martes, 29 de abril de 2008

Qué hay demás?



EL NÚMERO 13



Las encuestas demuestran que, entre todas las supersticiones referentes a la mala suerte, la inquietud relacionada con el número trece es la que hoy en día afecta a más gente.



Un experimento psicológico puso a prueba la potencia de esta superstición. Un nuevo edificio de apartamentos de lujo, a una de cuyas plantas se le dio temporalmente el número trece, alquiló unidades en todas las demás plantas, y sólo muy pocas en la planta decimotercera. Cuando se cambió el número de esta planta por el de 12-B, los apartamentos sin alquilar en seguida encontraron inquilinos.



Todo esto se remonta a la mitología nórdica en la era precristiana. A un banquete en el Valhalla fueron invitados doce dioses. Loki, el espíritu de la pelea y del mal, se coló por las buenas, con lo que el número de los presentes llegó a trece. En la lucha que se produjo para expulsar a Loki, Balder, el favorito de los dioses, encontró la muerte.



Ésta es una de las primeras referencias escritas al infortunio relacionado con el número trece. Desde Escandinavia, la superstición se difundió a través de Europa, en dirección Sur.




EL GATO NEGRO


Entre las supersticiones, el temor a un gato negro que se cruce en nuestro camino es de origen más bien reciente. Asimismo, se opone por completo al lugar preferente ocupado por el gato, cuando fue domesticado por primera vez en Egipto, unos 5.000 años. Todos los gatos, incluidos los negros, eran tenidos en muy alta estima por los antiguos egipcios, y la ley les protegía contra los malos tratos y la muerte.




DERRAMAR LA SAL




La sal fue el primer condimento en la alimentación del hombre y alteró de tal modo sus hábitos alimentarios, que no es de sorprender que el acto de derramar tan precioso ingrediente llegara a ser equivalente a un mal augurio. Tras un accidental derramamiento de sal, el gesto supersticioso anulador, como lanzar un pellizco de la misma por encima del hombro izquierdo, fue práctica común entre los sumerios, los egipcios, los asirios y, más tarde, los griegos.


PASAR POR DEBAJO DE UNA ESCALERA


Otra de las supersticiones que, además de traernos mala suerte nos puede perjudicar, es la de pasar por debajo de una escalera.

Ésta es una superstición cuyo origen parece basarse en una medida tan obvia como práctica, puesto que pasar por debajo de una escalera, al fin y al cabo, es algo que conviene evitar, en previsión de que a un operario se le caiga una herramienta y ésta se convierta en arma mortal.


MAL DE OJO



Una “mala mirada”, una “mirada asesina”, “si las miradas pudieran matar” y “mirar aviesamente” son tan sólo unas pocas de las expresiones comunes derivadas de uno de los temores más universales: el del mal de ojo. Se encuentra esta superstición virtualmente en todas las culturas.

1 comentario:

Ketsia dijo...

De verdad impresionante, no sabía que hay tanta historia oculta detrás de las cosas que tomamos como normales, me parece muy bien que retomés estas cosas pues no es un tema común y mucho menos gastado, como muchos que ya hemos visto